Gran espectáculo, goles de bella factura y un buen punto ante un gran rival

Como ya anticipábamos en la previa, conseguir dos victorias consecutivas aunque sea jugando en casa es muy complicado.  Más aún si quien te visita es un gran rival y que solo había encajado dos goles en las seis jornadas disputadas. Tras los noventa minutos, el punto sabe bien por la entidad del rival y por como se desarrolló el encuentro, con nuestro equipo siempre por detrás del marcador, pero faltó muy poco para que el «mini submarino amarillo» cediera la primera derrota de la temporada.

Así lo vio y así nos lo cuenta JOSÉ ANTONIO BUEN:

Oda al fútbol en La Almozara. Dos equipos, con concepciones futbolísticas distintas, se empeñaron en dejar bien a las claras que al deporte rey se puede jugar de muchas maneras y todas igual de válidas. Con un esfuerzo casi sobrehumano de los arlequinados, tuvieron contra las cuerdas al “mini submarino amarillo”, y tan solo faltó un mínimo margen de acierto para que los amarillos hubiesen hincado la rodilla por primera vez en la presente temporada.

El mérito que tiene cada punto que logra el Ebro es gigantesco. Con sus armas, que nada tienen que ver con las que se gastan otros mismos competidores del grupo, es capaz de poner al borde del abismo a jugadores de un potencial bestial, que sufren como pocas veces les tocará hacerlo en otros campos.

MAL COMIENZO. El partido se puso cuesta arriba nada más pulsarse el botón de arranque. En una falta en el vértice del área, Leo Suárez la pone a pierna cambiada, nadie consigue despejar y Dalmáu, en posición antirreglamentaria, pone a los suyos en franquía. El asistente estaba bien situado para ver la jugada con claridad, pero increíblemente no observó nada extraño en la jugada. Sea como fuere, las cosas se ponían muy a la contra, demasiado pronto, un escenario en el que el Villarreal B parecía que iba a encontrarse como si jugase en su campo.

Daba gusto ver tocar el balón a unos casi imberbes futbolistas, la mayoría de ellos más que serios proyectos de futuras estrellas. Tocaba tomar una decisión lo antes posible para los locales: o se quedaban presenciando el espectáculo desde primera fila, o bien y a pesar del músculo rival, causarles un dolor de cabeza matinal. Estaba claro que la opción escogida iba a ser la segunda, algo de lo que no se iban a arrepentir ni los jugadores ni ninguno de los asistentes al encuentro. Los balones en largo y las jugadas por banda diestra de Javi Cabezas se empezaron a convertir en una pesadilla para un filial que ya sufría.

David Mainz rondó el empate cuando, tras controlar un pase telegrafiado de Gerrit, superó al cancerbero maño Diego Lázaro, pero Miguelón sacó el balón de la misma línea de gol. Alfonso, inagotable a lo largo de los 90 minutos, buscó varias veces el tanto y lo rozó con un obús lejano que se fue abriendo hasta rozar el poste derecho de la meta visitante. No quiso quedarse atrás el Villarreal B, y Darío dispuso de un mano a mano ante Salva, pero el portero tapó bien y no dejó huecos. Acabando el primer acto, Álex Cruz cerraba una enormidad un saque de esquina, pero Diego Lázaro despejó con enormes dificultades.

PRIMEROS MINUTOS TREPIDANTES. Comenzó con susto la segunda mitad, pues el visitante Darío tuvo que retirarse con síntomas de mareo. No descompuso esa acción el ritmo que ya traía desde la primera mitad el C. D. Ebro y, entre la sorpresa general, llegó el empate: un señor gol de Javi Cabezas. Recibió en corto un saque de banda de Regino y, tal como le venía el esférico, se inventó un latigazo con la pierna izquierda que, tras pasar entre una serie de jugadores, se incrustó en la portería visitante.

Conseguido lo más complicado, tocaba dar inicio a un nuevo encuentro. Pero eso era teoría, porque la realidad demostró otra cosa bien distinta. Dalmáu, el peligroso delantero de los “amarillos”, aprovechó un centro desde la banda derecha de Miguelón para poner de nuevo en franquicia a su equipo.

SE PUDO REMONTAR. El Ebro no había dicho su última palabra e iba a responder nuevamente con prontitud, en una jugada de estrategia que está dando pingües beneficios al equipo y que ya es conocida casi de memoria. Saque de cabeza de Regino, peinada en el primer poste por Pajarero hacia el segundo, y el cazagoles Borja Rubiato que se tira en plancha y anota el segundo tanto de su equipo, cuarto de su cuenta particular. El partido pudo ser épico para el delantero si, a nueve minutos del final, hubiera embocado un balón peleado por Salinas y disparado a quemarropa, en el que Diego Lázaro tuvo que evitar el gol con el pie.

Un punto que sabe bien, por la fortaleza de un rival que todavía no conoce la derrota, y que se suma a los tres logrados la pasada semana ante otro de los poderosos del grupo. El equipo está en una muy  buena línea.

FICHA TÉCNICA

Club Deportivo Ebro: Salva, Regino, Simón, Pajarero, Alfonso, Gerrit, Javi Cabezas, Adri Cuevas, Mainz (Salinas, m. 68) (Teo Tirado, m. 89), Borja Rubiato y Álex Cruz (Borja Martínez, m. 66).

C. F. Villarreal B: Diego, Miguelón, Roger, Pau, Juan Ibiza, Imanol, Raba (Pedro, m. 89), Chuca, Leo Suárez (Morlanes, m. 76), Darío (Simón Moreno, m. 48) y Dalmáu.

Árbitro: Victor García Verdura (Comité Catalán).

Tarjetas: Amarillas para el jugador local Adri Cuevas y para el visitante Pau.

Goles: 0-1, m. 2, Dalmáu. 1-1, m. 48, Javi Cabezas. 1-2, m. 53, Dalmáu. 2-2, m. 59, Borja Rubiato.

Incidencias: Algo más de 400 personas en La Almozara presenciaron un partido que fue televisado en directo por Aragón TV.

La imagen, de Estela Martínez, muestra el momento en que Borja Rubiato ya ha rematado de cabeza para conseguir el segundo tanto de nuestro equipo.

2 Responses

  1. GERARDO PUEYO

    Seguimos penalizando mucho en defensa, pero esto es otra cosa. Yo estoy casi eúforico . Tenemos que tener los pies en la cabeza y seguir. Dos partidos en casa para no olvidar y aparte de Javi Cabezas, jugadorazo, destacar el partidazo que para mí gusto se ha pegado Gerrit. A seguir currando chavales.

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