Un Ebro líder hace que La Almozara viva una fiesta permanente desde agosto

Tras el triunfo del CF Gavá sobre el CF Barcelona B (1-0), el Club Deportivo Ebro vuelve a mirar a todos sus rivales desde lo más alto de la tabla clasificatoria. Reeditamos el liderato, seguidos a un punto por el Alcoyano y, más atrás, se colocan a dos puntos Valencia-Mestalla, FC Barcelona B y Cornellá.

Toca disfrutar de las Fiestas del Pilar, y toca disfrutar de un increíble equipo que está haciendo las delicias de los espectadores que acuden cada semana a La Almozara. Hay muchos que se lo están perdiendo, pero todavía están a tiempo, aún nos quedan 15 partidos en nuestro campo, y todavía tienen que pasar todos los filiales. No te lo pierdas.

Con su habitual maestría con el teclado, nuestro colaborador y abonado del club, José Antonio Buen, nos cuenta la impresión que le ha dado el partido:

Tocaba pasar estado de revista al C. D. Ebro tras la primera derrota de la temporada. Un momento que, más tarde o temprano, se sabía que inevitablemente iba a llegar, como aconteció el pasado domingo en Hospitalet de Llobregat. Tras el pertinente chequeo, las constantes del paciente están impecables, con una salud de hierro que le permite sumar otros tres puntos –y van 17–, además de seguir invicto en La Almozara, donde todo lo que se ha jugado, se ha ganado.

UN PRINCIPIO SIN SALSA. Costó lo suyo poder doblegar a un Prat que asustaba por sus números antes de empezar la jornada, en el lado positivo por los pocos goles que encaja, y en el negativo, por lo que les cuesta anotarlos, como dieron buena fe a lo largo de la matinal. Apenas si pasó algo a lo largo de los 20 primeros minutos. La habitual toma de contacto se alargó un poco más de lo debido. Los catalanes, bien agazapados atrás, contenían sin problema el juego directo de un Ebro que no lo veía del todo claro. La chispa de arranque la puso uno de los asistentes, al levantar el banderín para dar por anulada una acción que terminó en gol de Kevin Lacruz tras asistencia de lujo de Víctor Bravo. Si la posición era antirreglamentaria, fue por escasos milímetros.

MOUSTAPHA, GIGANTE: Sería iluso descubrir a estas alturas a Moustapha. Un trabajador inagotable, que rara vez baja su nivel de juego y que es una pieza fundamental para el correcto funcionamiento de este Ebro. En cinco minutos se erigió en el protagonista de todo cuanto sucedió, ya que su garra y su cabeza iban a dejar el choque muy decantado. Primero aprovechó un balón enviado al corazón del área para, con su lucha habitual, entrar como el cuchillo caliente en la mantequilla entre dos defensores, que en jugada mitad de carambola, mitad de mala suerte, provocó el error de los defensores, golpeando finalmente el balón en Ricarte y entrando irremisiblemente en la meta visitante. Cinco minutos más tarde, entró a rematar a por todas sin que ningún contrario pudiera seguirle, cabeceando de manera inmejorable un balón tras un saque de falta botado con mucha calidad por Víctor Bravo. Con el Ebro desmelenado, cerca estuvo de llegar el tercer gol antes del descanso.

MARQUETA Y MAURETA, CABEZUDOS. A pesar de la doble ventaja, todavía iba a tocar pasar momentos de apuro. El Prat introdujo gente de ataque en el intermedio, pasando a jugar con dos puntas. El panorama cambió totalmente, siendo los catalanes los que pasaron a llevar el timón del encuentro. Marqueta tuvo que andar presto para salvar con la mano un saque de esquina que buscaba el gol olímpico. Más cerca todavía anduvo el 2-1 cuando Maureta sacó bajo palos un tiro de Ignacio a portería vacía. Parecía que el tanto en contra iba a llegar en cualquier momento. Los de Larraz pudieron al fin mostrarse ofensivamente en una acción de Bravo, con cesión a Moustapha que pasó a Gabarre, pero su disparo con el interior se fue al larguero. Los palos, pero de la otra puerta, también se dejaron notar en una peligrosa acción de Ernest que no marcó por poco, ya que Marqueta desvió lo justo para envíar el balón al travesaño. El Ebro supo y pudo finalizar de manera tranquila un partido que definió en la primera mitad. Las fiestas han empezado en toda Zaragoza, pero en La Almozara se vive una fiesta permanente desde finales de agosto. JOSÉ ANTONIO BUEN.

FICHA TÉCNICA: